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Introducción y personajes

En la Antigüedad

Moros y Cristianos

Edad de Oro

S. XVII y XVIII

S. XIX y XX

Hoy en día

Siglos XIX y XX

Estamos en la época que mejor recuerdan nuestros mayores, al menos ese grupo de la Asociación de la Tercera Edad Virgen de la Nieves, que con su trabajo sobre Navarredonda podemos saber mas de su historia y costumbres como estas que recogen en el citado trabajo que titularon “Recuperación de Tradiciones”.




En el mismo nos hablan de las matanzas o cachuelas como actos mitad fiesta mitad sacrificio, que celebraban en un ambiente de familia, con amigos y vecinos, con el fin de festejar la provisión de alimento para el año venidero, ya se sabe del guarro se aprovecha hasta el rabo. Cuenta con detalle todos los elementos que intervienen en este evento, desde el cerdo hasta el protagonismo de la mujer en los preparativos y desarrollo del día, el motivo era la matanza, pero las protagonistas indiscutibles eran la mujeres, la actividad del hombre era sin duda necesaria y puntual, en algunos casos imprescindible, pero la mujer era la intendente que hora tras hora iba dando forma a todos los quehaceres que lleva la matanza, de cualquier forma hombres y mujeres, grandes y chicos vivían, compartían, se ayudaban y se divertían todos juntos.

La gastronomía en ese día era muy peculiar, la sopa de cachuela, el vino cocido, la Chanfaina, sopa de vino, fritada, garbanzos, moraga, vino y de postre arroz con leche o uvas. Incluso nos cuentan otros platos como las patatas machaconas o revolconas, sopas canas, migas, olla de cocido o de berzas, gachas o puches blandas, puches duras, papas, gallina en pepitoria, liebre con arroz y caldereta. Otros postres son los buñuelos la leche frita, los calostros, roscas de chichorras, mantecados, rosquillas fritas, flores, roscón, magdalenas, pastas de yemas y el pan que se cocía en hornos de leña que la mayoría de las familias tenían. La trucha del Tormes ocupa hoy en día un lugar de preferencia en la gastronomía de Navarredonda y Barajas.





No podían faltar los juegos como el típico juego “jugarse a la castaña” o los bailes que eran amenizados por instrumentos como botellas, guitarra, hierros, … o el Judas, que se desarrolla el Sábado de Resurrección, día en el que los quintos hacen un muñeco que simboliza a Judas. El Domingo por la mañana todos los niños proceden a descolgar de la torre de la Iglesia este muñeco que la noche anterior colgaron los quintos, arrastrándole por el pueblo hasta llevarle fuera del mismo donde es quemado.
También la religión ocupaba un espacio muy importante entre estas personas que recogen en su libro los cultos a diferentes santos y vírgenes como San Antonio Abad, las Candelas, la fiesta en honor de San Benito Abad, la Feria Mayor de Santiago, la Fiesta en honor de Ntra. Sra. De la Asunción, San Roque o la de Ntra. Sra. De las Nieves, la semana Santa, el día del Corpus, o fiestas mas paganas como los carnavales







Relatan otras actividades ligadas con el quehacer diario según épocas, la siembra, la recogida del heno y la trilla, la trashumancia, la tala de pinos o los oficios artesanales de los habitantes que en esta epoca componían el censo de Navarredonda y Barajas: El Tejero, Adobero, Cantero, Carpintero, Herrero, Tejedor, Hilanderas, Ganchillo, Carreteros, zapateros, albardero y molineros.
Entre los juegos que detallan se encuentra la calva, el juego de la pelota a mano en el frontón, el romo, pídola, la mosca, a la una anda la mula, la cachimba, pesar el azafrán, la leje, el monturro, cruceta, las tres chinitas en raya, la zapatilla, el arrebanche, los chinos, la zagala …También hay un juego que hoy permanece en Barajas y que aun realizan en la fiestas, son las carreras de cintas.





Hacen alusion a cuentos y leyendas como el de la loba parda, el estudiante o la perruna, recogiendo además muchos refranes con tal lujo de detalles que sino he querido trasladarlos a esta historia es porque espero que en poco tiempo se edite ese trabajo, que recoge ampliamente todos los puntos que señalo en esta alusion que hago a ese trabajo y mas que no menciono, por lo que prefiero dejar esa primicia para los autores de ese singular y amplio trabajo.

La Guerra Civil prefieren ni hablar de ella, quiza por la pena y amargura, o quiza por la desidia que causó en esta tierra. Pero si cuenta Elías que cuando él tenía 15 años y en un día en el que se soltaba el ganado a pastar en la nava, ocurrió que al Generalísimo le cortaron la comunicación que previamente le habían establecido para que tuviera línea telefónica en una de sus cacerías en Gredos. Los guardias civiles, le llevaron primero a la plaza del pueblo y después al Ayuntamiento, donde le interrogaron, pretendiendo que confesara el "terrible" acto que había cometido

De poco le sirvieron sus explicaciones para justificar su inocencia, quizá sus 15 años le salvaron de a saber qué. El caso fue que la picaresca del pueblo ha hecho toda clase de conjeturas, como la de que había cortado la línea telefónica del Generalísimo para atarse sus albarcas. Fuera como fuese, Elías hasta hoy no ha contado lo que no podía confesar aunque fuera inocente, como estoy convencido que así fue.

Franco se quedó sin línea
en un día que iba de cacería
Elías se quedó tan cortado
que hasta hoy no ha confesado.

Y no confiesa lo que el guardia quiso
porque eso nunca había pasado
Franco se quedó sin línea
cuando Elías tenía 15 años.

Los años de la posguerra acentúan la superpoblación por la tendencia general a la ruralizacion de modo que hacia 1.950 se da la máxima presión demográfica que origina incluso problemas de hambre.

Esta situación y la mejora de la situación económica interior y exterior desencadenan una fuerte corriente migratoria en los años 50.

La cabaña ganadera ha iniciado su decadencia por problemas de rentabilidad en las explotaciones familiares.

Es a partir de 1.960 cuando la crisis se manifiesta en toda su amplitud por falta de adaptación de unas estructuras de carácter familiar a la nueva situación de la agricultura inmersa en la economía de mercado.


También el censo ganadero ha decrecido notablemente situándose muy por debajo del numero de cabezas de finales del XVIII y desaprovechando unos recursos naturales que pueden ser rentables con ciertos reajustes. Este deterioro de la cabaña ganadera se debe tanto a razones estructurales referidas al tamaño de los rebaños, pobre selección de especies, baja productividad, etc. Como a una política ganadera que trata de apoyar una ganadería intensiva estabulada en detrimento de la extensiva.